¿Es efectiva una terapia de pareja?

A lo largo de mi carrera profesional como terapeuta de pareja, puedo decir que hay una personalidad inmadura emocionalmente o una inmadurez emocional dentro de las relaciones, que desde el punto de vista del psicoanálisis y de la psicología, conforman los problemas por los que acuden las personas en busca de un asesor o consejero matrimonial o psicologo de pareja. Podríamos resumirlos en los siguientes:

El carácter celoso y los celos. Posiblemente sea uno de los principales motivos por los cuales se generan mayores conflictos y crisis emocionales dentro de la pareja. ¿Existe diferencias entre las personas maduras y las inmaduras en el manejo de los celos? La respuesta es afirmativa. Tener celos, soñar con celos según el psicoanálisis, cuando son problemáticos, hablan de una personalidad inmadura que necesita tratamiento. Existen varios tipos de celos. Por un lado están los celos normales que guardan relación con el sentimiento de propiedad que se tiene hacia el otro. Frente a la posibilidad de perder a la persona amada o deseada, aparecen los celos como respuesta a dicho sentimiento donde la persona tiene una personalidad celosa y posesiva. Este tipo de celos pueden ir acompañados de agresividad, malestar general, tristeza y sentimiento de inferioridad frente al posible «rival”. La fortaleza de estos celos viene marcada por el carácter inseguro de la persona que experimenta los celos. Cuando mas insegura es, mayor será el sentimiento de celos que experimente. La segunda variante de celos, son los llamados celos proyectadoso desplazados. Estos celos surgen como respuesta defensiva frente a un deseo inconsciente de infidelidad que la persona experimenta dentro de la pareja y como respuesta moral, acusa al otro de lo que realmente desea hacer él. Y por último están los celos paranoicos, más frecuentes en el hombre que en la mujer y tiene que ver con deseos inconscientes inadmitidos por la conciencia. Esta variante y la anterior son las más frecuentes y requieren ayuda terapéutica pues deterioran mucho el aspecto emocional y el equilibrio de la pareja. Soñar que estamos celosos, el significado de soñar, habla de miedos pero también de deseos. Es fácil creer que cuando tenemos celos, achacamos a la otra parte el deseo de mantener relaciones con otra persona. Normalmente, la persona celosa, también desea a otras personas pero su moral hace que lo proyecte sobre el otro, para quitarse así la culpa que le dan sus propios deseos.

Problemas de comunicación. No olvidemos que una pareja está formada por dos personas con sus particulares formas de pensar y sentir. ¿a quién no le gustan las frases bonitas de amor? Sin embargo, las diferencias ideológicas educacionales, las vivencias pasadas, la influencia de la familia, lo social, etc, a veces rigidiza la comunicación por la existencia de una postura narcisista, donde las personas se creen en posesión de “su verdad” impidiendo un diálogo fluido dentro de la pareja. Comunicarse también es aprender a pactar, a saber los límites de cada uno, las exigencias, las demandas, el respeto por las diferencias de pensamiento. Normalmente, toda dificultad para comunicarse dentro de la pareja, es por una cuestión de “ego” dentro de la misma. Querer llevar la razón, oponerse al otro porque sí y un sinfín de barreras psicológicas que si no se detectan, terminan deteriorando la comunicación y hacen entrar a la pareja en una vorágine de agresividad verbal que les lleva al deterioro y a la separación.

Pérdida  del amor. Otra causa frecuente de consulta. Uno o la pareja refiere haber perdido el amor hacia el otro o mutuamente. Comenzaron queriéndose pero el tiempo les ha hecho caer en una monotonía donde el interés inicial se ha ido perdiendo y la pasión afectiva inicial se ha transformado en una apatía e incluso indiferencia. La pareja conviven porque tienen compromisos que les hace convivir pero el amor, el cuidar del otro, el interés que le despierta el otro, se ha perdido o a disminuido. Las causas siempre responden a motivos inconscientes que suelen tratarse con buena efectividad terapeútica y se puede reconstruir el amor perdido o deteriorado siempre que haya un interés mutuo en recuperarlo.

Pérdida del deseo en la pareja. La pareja refiere que la frecuencia del acto sexual ha pasado a ser prácticamente nula, aburrida, carente de sentido y la pasión inicial queda anulada o prácticamente desaparecida. La caída o desaparición del deseo, es el punto inicial de sino una ruptura, de una futura infidelidad. El deseo puede desaparecer dentro de la pareja pero no desaparece dentro de la persona. De manera consciente o inconsciente, llevará a la búsqueda de alicientes externos para la satisfacción del deseo. Este es uno de los problemas mas complejos de resolver, porque tiene una complicada constelación psicológica, el hecho de que el deseo desaparezca dentro de la pareja. Es habitual que tras tener hijos, el deseo pierda fuerza y termine por desaparecer. Requiere un trabajo terapéutico importante que la pareja debe asumir hacer.

Infidelidad. Es complejo definir qué entendemos por infidelidad. ¿Sexual?¿Amorosa? ¿Dónde está el limite entre una amistad con alguien nuevo y la aparición de amor o deseo? La infidelidad siempre es propiciada por el deterioro amoroso o sexual. Cuando se deja de querer o desear a la otra persona, con seguridad, se buscará un aliciente externo para no romper la pareja. A veces puede ser motivo de ruptura pero a veces sirve como motivo para replantearse los problemas dentro de la pareja.

Problemas con la familia política. La pareja no solo son dos personas, sino la familia que acompaña a las dos personas. Uno se empareja con su pareja pero también con la familia que lo representa y las intromisiones familiares, las identificaciones, las criticas, las desavenencias ideológicas, prodigan el choque y los enfrentamientos dentro de la pareja por motivos familiares. Cuando a la pareja le cuesta separa lo familiar de lo personal, la crisis está garantizada. El psicoanálisis como método terapéutico ayuda a diferenciar y a no mezclar lo personal de la pareja con las cuestiones familiares. Requiere también un trabajo el llevarlo a cabo.

Las diferencias de carácter, la falta de responsabilidad en la educación de los hijos, la inmadurez de la personalidad tanto en hombres como mujeres, fractura la convivencia y lleva a la pareja a la ruptura y a la separación. Hay una psicología inmadura dentro de la estructura de pareja que debe ser tratada.

La terapia de pareja con psicoanálisis, consiste en trabajar la parte inconsciente de la personalidad de uno o los dos miembros de la pareja, pues es donde se halla la educación infantil recibida, las características heredadas de la personalidad de nuestros padres, la inmadurez, la inseguridad, los traumas y todo aquello que durante la infancia ha condicionado el desarrollo de nuestra personalidad.

Es una terapia que funciona siempre que haya un interés real por parte de la pareja de solucionar el problema. Normalmente son terapias que para que se consoliden los cambios, tienen una duración entre seis meses y un año y los cambios son bastantes duraderos a lo largo de la vida de la pareja.